sábado, 9 de agosto de 2014

Luz de Gas


Hoy me senté al anochecer frente al escritorio

Ilumine mi mesa con una luz fragmentada de celos, de impotencia,

Mis lágrimas caían con la misma retórica de siempre

Mi mano izquierda temblorosa y desbocada comenzó a escribir

frases abocadas a mi tristeza, enardecidas de desilusiones

Con mezcla ecléctica de risa y llanto

Mi corazón no aguantaba más felonías de mi mente.

  

El ruido sordo del reloj de pared se entremezclaba con una crónica anunciada:

Era una mujer sometida, manipulada, sucumbida a pedir un perdón inventado

Me mire en el espejo vestidor del cristal de mis ojos

Y vi mi imagen de mujer coraje convertida en  “Luz de Gas”

Me autoculpaba de las discusiones, de deformar las palabras y las intenciones

De tergiversar los momentos, de percibir una realidad errónea

Para crear situaciones que removían los cimientos de una vida racional.

 

Sin darme cuenta aquella mujer que brillaba e iluminaba la vida con su paso

Se había convertido en un candil, que disminuía su llama de luz

A medida que “EL” anulaba sus voluntades, para hacerse su dueño

y convertirla en su esclava.

 

Evva

 

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