Cuenta la leyenda que la soledad visito al fuego y
después de una larga velada, la soledad le pregunto: ¿Por qué siempre estás
solo?
El fuego, avivando su llama, respondió: Porque cuando
alguien se acerca a mí demasiado, le hago daño.
La soledad,
avispadamente le dijo:
Pero tú proteges a la gente de morir por los efectos de
las bajas temperaturas ambientales, en regiones donde el frío y el invierno son
muy crudos
Tú iluminas con tu flama lugares sombríos.
Tú ayudas en la preparación de alimentos cocinados,
además de mejorar su sabor y calidad.
El fuego avivo sus llamas, guardo silencio unos minutos y
después dijo:
Soledad escúchame......
Tú y yo somos iguales. Ayudamos, pero causamos daño al
alma que se quede demasiado tiempo a nuestro lado.
Solo debemos ayudar a afrontar la adversidad, nunca
acompañar.
Nuestra estancia entre las almas debe ser breve, o el
daño ocasionado será irreparable.
Acaba la dicha del fuego, la soledad se fue complacida,
sabiendo bien lo que debía hacer a partir de ahora.
Evva
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