Dicen que un/a
poeta es un ángel que saca lo mejor de sí, cuando su corazón ha sido herido a
muerte por un amor, languidece después escribiendo a pluma con mano temblorosa
versos borrachos de llanto, no se da cuenta de que es su alma la que va
saliendo de su cuerpo y va quedando plasmada en papel, sin saber que cuando
acabe caerá súbitamente cuerpo a suelo, soltando un último suspiro.
Dicen que en
este último suspiro escribe en el lenguaje de los ángeles, sus escritos son
capturados por las Dríadas que en su agonía cuidan sus alas, mientras lo
alimentan con sus cantos, esperando su última exhalación: “Vuelve a mi…..no me
dejes vacía sin ti”. Pero este último hilo subliminal que recorre su garganta
hasta la boca, solo es oído por deidades de otros mundos que vienen a
llevárselo, porque el amor por el que él luchó, tiraba en el barro cada frase
de amor que el ángel le entregaba, sin saber que era su alma. Aquel corazón
necio no se daba cuenta tampoco de que el barro, era tierra que el ángel
enjugaba con su llanto.
Evva
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